
2 dias en La Rioja
La Rioja, es una region de Espana poco conocida de los turistas que prefieren, en general, irse a descubrir Cataluna o Andalucia pero La Rioja tiene tambien unos encantos que permiten pasar unos dias agradables y tranquillos en su seno. En noviembre de 2014, pasé un finde en esta Comunidad Autonoma. Os dejo aqui un resumen de esta estancia 🙂
Viernes 17:00 : De los dos lados de la carretera, se despegan los viñedos con colores del otoño. Claramente nos acercamos de la capital del vino español. Entrada en Logroño; la primera cosa que me llama la atención, son los paneles de señalización, indican los hoteles y también las bodegas. Muy cómodo! El barrio del hotel es fácil de encontrar pero una plaza para aparcarse (gratis!), es misión imposible. Después de una búsqueda intensiva de 40 minutos en el parking el mas cercamos, logramos por fin encontrar un sitio para el coche!
Viernes 19:00 : Llegados al hotel F&G. El recepcionista nos dice que aquí el jacuzzi, el sauna y el gimnasio son gratuitos. Es una pena, no habrá tiempo de disfrutarles. Quedaremos solo una noche y de momento, la visita de la ciudad nos espera.
Viernes 20:00 : A esta hora, los Españoles empiezan a bajar a la calle para tomar una copa y en esta zona del país, la cerveza o el vino siempre están acompañados por unos pintxos.
La cantidad de bares que cruzamos en el centro de la ciudad es bastante impresionante y cada barra expone sus pintxos, todos diferentes los unos de los demás. Antes de probarles, nos dirigimos a la parroquia Santiago el Real, es la hora de la misa, pues no nos quedaremos mucho tiempo. El edificio es muy bonito, sobretodo sus techos que son muy coloridos. Algo interesante, también las esquinas de la aula central en forma de concha porque obviamente, esta iglesia es dedicada a Santiago.
Vuelta a la zona de los pintxos. Hay que distinguir dos de ellos, que son las especialidades de la capital riojana. La zapatilla de jamón: unas finas lonchas de jamón en un trozo de pan grande, pasado en el horno. Nada extraordinario.
Y el pintxo de champis: un trozo de pan, tres sombrerillos de champiñón, una pequeña gamba y una salsa deliciosa que da a este pintxo tanto éxito. El sabor es realmente excelente y fino. Por desgracia, imposible reproducirlo una vez en casa: la receta de la salsa es secreta!
La Rioja es la tierra de producción de algunos de los mejores vinos del territorio ibérico y en Logroño, es posible probar centenas de ellos. Los vinos de la región están presentes en cada local. Al contrario de las maquinas de cafés. Aquí, casi imposible beber un café con leche. A pesar de que las temperaturas son frescas, la obscuridad y este ambiente de final de otoño, los habitantes disfrutan de sus bebidas en la calle y del ruido tan característico del país.
Viernes 22:00 : es la hora de cenar. En Logroño, los menús alrededor de 20€ vino y postre incluidos pululan. Nos decidimos para el Niza Café. En la planta baja, es un bar pero se puede cenar en la primera planta. Que se encuentra en el menú para una persona? Por ejemplo, un plato muy grande de embutidos y quesos, un secreto ibérico y un gozua, acompañados por una botella de lambrusco y otra de agua. Y con el estomago lleno, volvemos al hotel.
Sabado 12:00 : visita de Logroño de día. La ciudad no tiene tanto que ofrecer, ningún monumento increíble, tampoco un tipo de arquitectura que valga realmente la pena. Solo un ambiente agradable y tranquilo y calles llenas de habitantes yendo por los bares para saborear nuevos pintxos. No es tan mal.
El punto positivo de Logroño para un turista, es la señalización, encima de los hoteles y bodegas, están indicados los sitios de interés. Además, en frente de cada iglesia, casa interesante… Se encuentran explicaciones detalladas. Es imposible perderse en la cuidad porque hay numerosos mapas incluso uno que indica los pintxos que se pueden consumir en cada calle. Muy útil! Sin embargo, para salir de la ciudad, es muy pero que muy mal indicado, conducemos durante 30 minutos antes de lograr irnos.
Sábado 16:00 : nos dirigimos hacia Haro, pequeña ciudad de la Rioja cuya actividad económica se centra principalmente en la vinicultura. Contrariamente a Logroño, es muy fácil de aparcarse. Las calles estan desiertas ya que los habitantes están reunidos en las terrazas de su bonita plaza principal. Haro no tiene mucho que ofrecer a primera vista, excepto un centro agradable, de calles medievales estrechas y llenas de bares y restaurantes de donde emanan olores ricos. Aquí también, cada lugar de interés, al nivel turístico, tiene su panel explicativo. El monumento el más interesante porque atípico, es la catedral. Totalmente visitable, coro incluido, encierra una exposición de vinos de misa.
Sábado 17:30 : próxima etapa : Santo Domingo de la Calzada (efectivamente, es un nombre largo 😛 Es un lugar perfecto para los pelegrinos del camino de Santiago. La señalización turística es muy buena, todas las informaciones están en varios idiomas y la Oficina de Turismo es muy fácil de encontrar. Dos sitios son a visitar en prioridad: la catedral que encierre un gallo y una gallina y el centro de interpretación del camino, para aprender más sobre esta ruta mítica. Pero la visita de este último será para mañana. De momento, perdámonos en la ciudad antes de tomar un té en un bar.
Sábado 20:00 : llegada en Escaray, una ciudad que vive del turismo, sobre todo durante el invierno con la estación de esquí que se encuentra cerquita. El olor de madera está presente en cada callecita, el día ha anochecido desde un buen rato pero las calles están llenas de transeúntes, que toman una copa o hacen las últimas compras del finde. El ambiente es familiar y caluroso. Me hace pensar al ambiente típico de un pueblo de montana en los Alpes a finales de otoño, cuando aun no hace suficiente frio para quedar encerrado en su propia casa. Aquí, en la arquitectura vale la pena darse un rodeo para ver las fachadas de las casas o la iglesia que es muy peculiar.
Domingo 12:00 : vuelta a Santo Domingo y visita del Centro de Interpretación del Camino de Santiago. Aquí, hacen todo para que te sientes como un pelegrino, con tu capa en los hombros, tu piedrita en la mano y tu credencial, entras en varias salas que simbolizan las fases que experimentas durante el trayecto: el calor, la noche, el bosque… La visita es muy pedagógica, divertida y enriquecedora.
Así, se acaba esta visita de dos días en la Rioja. Nada increíble o fascinante, solo un finde tranquilo en cuatro ciudades agradables.
Si te ha gustado el articulo, pincha en este link para recibir la newsletter mensual (mira en tus spams!!!)