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Hace 10 años tuve la suerte de visitar el norte de Marruecos. Me enamoré instantáneamente de este país, de su arquitectura y de su gente.

Derramando algunas lágrimas en el taxi que me llevaba de regreso al aeropuerto, me prometí volver algún día y descubrir otras regiones.

Pero la vida, a veces, toma desvíos inesperados. Tuve que esperar muchos años antes de regresar. La espera fue larga, pero valió la pena.

Marrakech fue mi primer destino en este nuevo viaje. ¡Y qué destino!

Sus fachadas de color ocre capturan la luz con una suavidad casi irreal. El laberinto de la medina transporta al visitante a otro tiempo. El llamado del muecín detiene el tiempo. Los aromas del té de menta envuelven como un abrazo cálido.

Marrakech es una belleza que despierta todos los sentidos. ¿Pasé 7 días completamente maravillada? ¡Sí!

Muchos la describen como caótica, yo la siento vibrante. Dicen que es ruidosa, yo la percibo llena de vida. Algunos la encuentran agotadora, yo la descubro estimulante.

Si estás leyendo estas líneas, tal vez tú también estés pensando en dejarte llevar por su encanto…

Y para que no te pierdas nada de lo que tiene para ofrecer, déjame guiarte y mostrarte qué ver en Marrakech.

Este artículo contiene enlaces de afiliación 🙂 Me permiten ganar una pequeña comisión por las reservas, pero no te preocupes, ¡no te cuesta absolutamente nada! Gracias por apoyar mi blog y ¡buena lectura!

¡Planifica tu estancia en Marrakech en solo unos segundos!

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¡Aquí tienes una mini guía exprés con lo esencial para no perderte nada en Cádiz!

¿DÓNDE DORMIR?

¿DÓNDE COMER?

COSAS QUÉ HACER:

ÍNDICE

Marrakech en pocas palabras

Situada al pie de los majestuosos contrafuertes del Atlas, Marrakech es una de las ciudades más emblemáticas de Marruecos.

A unos 150 km del océano Atlántico y a 580 metros de altitud, ofrece un cruce entre montañas, desierto y llanuras fértiles.

Esta posición geográfica la convirtió durante mucho tiempo en un centro comercial estratégico entre el África subsahariana y el mundo mediterráneo.

Hoy en día, con más de un millón de habitantes, está rodeada de una naturaleza maravillosa: palmerales ancestrales, jardines exuberantes y cumbres nevadas visibles en el horizonte.

Fundada en 1071, Marrakech está llena de historia. Capital de sucesivos imperios, vio nacer mezquitas, palacios y madrazas que aún hoy dan testimonio de su glorioso pasado.

Apodada «la ciudad roja» por el color ocre de sus murallas y edificios, conserva un alma única, entre tradición y modernidad, que encanta tanto a los viajeros más soñadores.

¿Qué ver en Marrakech? Mi Top 10

Pasear por las animadas calles de Marrakech ya es una experiencia en sí misma.

Cada paso te sumerge en un universo que te transporta, donde el ambiente, los colores y los aromas te recuerdan que estás, sin duda, en otro mundo.

Pero para captar plenamente el alma de la ciudad, es imprescindible descubrir sus lugares más emblemáticos.

1. Explorar la medina

Si lees blogs de viajes y deslizas sin parar en Instagram, verás que los turistas son muy solicitados cuando visitan Marrakech.

Es cierto, pero solo en la medina. Así que prepárate para oír nombres de países o referencias a celebridades para captar tu atención.

Para algunos turistas, puede resultar molesto. Pero en realidad, es una forma que tienen los vendedores y captadores de iniciar una conversación adivinando tu origen/nacionalidad o diciéndote que te pareces a Shakira o Beyoncé. ¡Nada grave!

Basta con seguir caminando o, mejor aún, sonreír y rechazar amablemente con un simple gesto de cabeza.

Eso no debe impedirte dedicar tiempo a recorrer la medina de arriba abajo y en todas direcciones.

Pero empecemos por el principio… ¿Qué es la medina?

La medina de Marrakech fue fundada en 1071 por los Almorávides. Es el corazón histórico y espiritual de la ciudad.

Inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, oculta un fascinante laberinto de callejuelas estrechas donde se encuentran palacios suntuosos, antiguas mezquitas y bulliciosos zocos.

La medina vive al ritmo de los artesanos, los comerciantes y el llamado a la oración.

Cada piedra, cada puerta tallada, cuenta un fragmento de historia, haciendo de la medina un verdadero museo al aire libre.

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LOS DIFERENTES ZOCOS DE MARRAKECH

La mayoría de los turistas que visitan la ciudad marroquí piensa que la medina es un todo uniforme y que todas las calles se parecen. ¡Gran error!

En realidad, está dividida en varios zocos, cada uno con productos muy específicos y ambientes bien diferenciados. Estos son mis zocos favoritos:

Souk el Attarine: El zoco de los especieros y perfumistas, donde se mezclan los aromas intensos del comino, el azafrán, la madera de cedro y el ámbar. ¡Un deleite para los sentidos!

Souk Sebbaghine: Aquí, las telas de lana o algodón se secan en lo alto, teñidas a mano con pigmentos naturales. Este zoco ofrece un espectáculo lleno de color y refleja un saber hacer ancestral.

Souk Chouari: El zoco de los carpinteros y artesanos de la madera. Se pueden encontrar objetos tallados, utensilios, cofres e incluso instrumentos de música tradicional como el guembri.

Souk El Kebir y Souk Zrabia: El primero ofrece artículos de cuero, mientras que el segundo es famoso por sus alfombras bereberes. En este último, se puede pasar horas admirando los complejos diseños y negociando una compra con los comerciantes.

Souk Haddadine: En este zoco resuenan los martillazos de los artesanos que forjan, cincelan y moldean cobre, latón y otros metales. Se pueden encontrar magníficas bandejas cinceladas y teteras.

¿Miedo a perderte en el laberinto de la medina? ¡Esta visita guiada de 3 horas te llevará por los zocos más coloridos! ¡Reserva ahora mismo!

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2. Perderse en el Jardín Majorelle

El Jardín Majorelle es una de las atracciones más populares de Marrakech. Así que prepárate para hacer cola, incluso si compras tus entradas con antelación, especialmente en temporada alta.

Verdadero remanso de paz, fue concebido en los años 1920 por el pintor francés Jacques Majorelle.

La paleta de colores es de lo más llamativa y, como te lo imaginarás, domina el famoso azul Majorelle, intenso y profundo.

Aunque este color sea el principal atractivo del jardín para los influencers de Instagram, ¡no es el único!

Entre los senderos sombreados, las bonitas fuentes y los estanques tranquilos, se despliegan más de 300 especies vegetales: cactus, palmeras, bambúes y buganvillas, entre otros.

El jardín fue adquirido en los años 1980 por Yves Saint Laurent y Pierre Bergé.

Hoy en día alberga un interesante museo bereber, una oportunidad perfecta para conocer mejor la riqueza cultural del Atlas.

Horario de apertura:

Todos los días, de 8:00 a 18:30.

¿No quieres hacer cola? Esta entrada sin filas también te da acceso al museo bereber y al museo Yves Saint Laurent. ¡Reserva aquí!

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UNA PALABRA SOBRE EL MUSEO YVES SAINT LAURENT

Cuando compras tu entrada para el Jardín Majorelle, también tienes la posibilidad de incluir el acceso al museo Yves Saint Laurent.

Este museo rinde homenaje a uno de los más grandes diseñadores del siglo XX, con una colección de piezas emblemáticas, bocetos, accesorios y fotografías que recorren su trayectoria.

Sinceramente, si eres un apasionado de la moda, es sin duda una visita imprescindible. Para todos los demás, te aconsejo que lo omitas… ¡y así ahorrarás algunos dirhams!

3. Visitar la Madrasa Ben Youssef

Otro edificio que claramente figura en la bucket list de la mayoría de los turistas es la Madrasa Ben Youssef.

Si ya has visitado Andalucía, especialmente Sevilla y Granada, no te sorprenderá demasiado. Para los demás, ¡prepárense para quedar maravillados!

Joya de la arquitectura árabe-andaluza, la medersa fue fundada en el siglo XIV bajo los Merínidas y reconstruida en el siglo XVI por los saadíes. Fue una de las escuelas coránicas más grandes del norte de África.

Aquí, cientos de estudiantes de todo el mundo musulmán estudiaron teología, ciencias y poesía.

Subiendo al piso superior, podrás visitar las diminutas habitaciones donde dormían y estudiaban.

Tómate el tiempo para pasear e imaginar los pasillos llenos de estudiantes deseosos de aprender de sus mayores.

Desde arriba, también tendrás una vista impresionante del patio central, donde se agrupan los grupos de turistas.

Y es precisamente ese patio central el punto culminante de la medersa. Adornado con zelliges, estucos finamente esculpidos y madera de cedro tallada, refleja el refinamiento artístico de la época.

Aprovecha tu visita para admirar cada detalle, dejarte inspirar por este ambiente único y, por supuesto, tomar algunas fotos para tu feed.

Horario de apertura:

  • En temporada normal, todos los días de 9:00 a 19:00
  • Durante el Ramadán, todos los días de 9:00 a 18:00

¡Asegúrate de poder entrar! La Medersa es uno de los lugares más visitados de Marrakech, te recomiendo comprar tu entrada con antelación. ¡Haz clic aquí!

Que faire à Marrakech
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4. Admirar el palacio El Badi

Seguimos con los imprescindibles: el Palacio El Badi, cuyo nombre significa “el Incomparable”.

Fue erigido a finales del siglo XVI por el sultán saadí Ahmed al-Mansour para celebrar su victoria contra los portugueses en la batalla de los Tres Reyes.

Claramente concebido para impresionar, este palacio fue una verdadera obra maestra de fasto y grandeza, inspirado en la Alhambra de Granada.

Contaba con más de 300 habitaciones, jardines exuberantes, majestuosos estanques y materiales preciosos traídos de Italia, India e incluso del África subsahariana.

Lamentablemente, un siglo más tarde, fue desmantelado por el sultán alauí Mulay Ismaíl, quien utilizó sus riquezas para decorar su propia capital en Mequinez.

Hoy en día en ruinas, solo queda tu imaginación para reconstruir la belleza de antaño.

Algunos podrían pensar que no vale la pena gastar dinero en un palacio en ruinas.

Sin embargo, te recomiendo visitar este lugar donde el tiempo parece haberse detenido, pero donde la grandeza aún está muy presente, entre muros rojizos y nidos de cigüeñas.

Horario de apertura:

  • Temporada normal, todos los días, de 9 h a 17 h
  • Durante el Ramadán, todos los días, de 10 h a 16 h
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5. Tomar el tiempo en la mezquita Koutoubia

A veces olvidada por los turistas, la Koutoubia sigue siendo un símbolo indiscutible de Marrakech.

Construida en el siglo XII bajo el reinado del califa almohade Abd al-Mu’min, encarna tanto el poder espiritual como arquitectónico de esa época.

Su nombre, que significa «mezquita de los libreros», hace referencia a los numerosos comerciantes de manuscritos que rodeaban antaño el lugar.

Elevado a 77 metros, su minarete decorado con refinados motivos geométricos ha inspirado otros monumentos prestigiosos, como la Giralda de Sevilla.

Si cenas en uno de los numerosos restaurantes de la ciudad situados en azoteas, es muy probable que la veas a lo lejos.

La Koutoubia impone su majestuosa silueta sobre la ciudad y, aunque solo los musulmanes pueden visitarla, te recomiendo acercarte para admirarla y también para disfrutar del hermoso parque escondido detrás de ella.

Que faire à Marrakech
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6. Descubrir las tumbas saadíes

Otro edificio que los amantes de la historia apreciarán, las tumbas saadíes son uno de los pocos vestigios gloriosos de la dinastía saadí, que gobernó Marruecos en los siglos XVI y XVII.

Redescubiertas en 1917 gracias a fotografías aéreas, estas mausoleos habían permanecido ocultos y olvidados durante siglos.

El sultán Ahmed al-Mansour mandó construir un suntuoso complejo funerario para él y sus allegados, adornado con estucos finamente cincelados, mosaicos zellige multicolores y columnas de mármol traídas de Italia.

El conjunto es increíble, ¡especialmente la sala de las doce columnas!

Horario de apertura:

  • Horario normal: todos los días de 9 a 17 horas
  • Durante el Ramadán: todos los días de 10 a 16 horas

7. Explorar el palacio Bahía

El último de los monumentos que debes visitar sí o sí es el Palacio de la Bahía. Todo está en su nombre, que significa «la bella».

Construido a finales del siglo XIX, el palacio tenía la ambición de convertirse en uno de los más suntuosos del mundo islámico.

Se extiende sobre cerca de 8 hectáreas y cuenta con 150 habitaciones ricamente decoradas, jardines exuberantes, patios sombreados y riads elegantes.

El palacio mezcla el arte árabe-andaluz con las magníficas tradiciones marroquíes: zelliges coloridos, estucos cincelados y techos pintados en madera de cedro y mármol.

El palacio fue tanto residencia de la familia del visir de la época como un símbolo brillante de poder.

Horario de apertura:

  • Todos los días, de 9 a 17 horas

Participa en esta visita guiada que te llevará a descubrir 3 lugares emblemáticos. Acompañado por un guía, aprenderás más sobre la mezquita, las tumbas y el palacio Bahia. ¡Reserva tu lugar!

8. Recorrer la plaza Jemaa el-Fna

Esta plaza, la has visto cientos de veces en la pantalla de tu smartphone, en la televisión y en las guías impresas. Es el corazón del centro turístico de Marrakech y de la medina.

Un caos organizado salpicado de un ruido constante.

Puestos de jugos de frutas a precios excesivos, pequeños restaurantes de especialidades que distan mucho de ser buenas, encantadores de serpientes y monos atados a sus dueños, te preguntarás por qué, al pintar tal cuadro, he incluido este lugar en mi lista.

Muy simple, porque es un lugar emblemático. Un teatro donde se representan varias escenas al mismo tiempo entre locales y turistas.

Inscrita en el patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO, reúne a comerciantes, cuentacuentos, músicos, acróbatas y vendedores de jugo de naranja en un espectáculo permanente y fascinante desde el siglo XI.

¡No hay nada más que agregar! ¡Es un verdadero lugar histórico!

Antiguamente lugar de ejecuciones públicas bajo los almorávides — de ahí su nombre que significa «asamblea de los muertos» — se ha convertido en un punto de encuentro imprescindible cuyo rostro cambia a lo largo del día.

Vacía y misteriosa al amanecer, se convierte en un lugar de paso durante el día, para luego dar lo mejor de sí al caer la noche, cuando se instalan los puestos de comida, resuenan los tambores, las historias cobran vida y los aromas de especias se mezclan con voces vibrantes.

UN LUGAR MÁGICO, PERO NO SIN RIESGOS

Permíteme ser un aguafiestas: antes de dejarte llevar por la magia de Jemaa el-Fna, es importante tener en cuenta que esta plaza no está libre de riesgos.

  • La calidad y la higiene varían mucho de un puesto a otro. No es raro escuchar historias de intoxicaciones alimentarias. Si quieres probar, pide consejo a los locales y evita los platos con carne poco cocida o mariscos.
  • Los artistas callejeros, especialmente músicos y bailarines, casi siempre te pedirán dinero si los fotografías. ¡Cuidado, pueden ser muy insistentes!
  • Los monos encadenados y serpientes drogadas son solo algunos ejemplos de crueldad animal que podrás ver en la plaza. Recuerda que al participar en estas escenas, aunque sea de forma pasiva, estás fomentando una forma de maltrato animal. ¡Mejor sigue tu camino!
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9. Hacer un tatuaje de henna

Sin duda, esta es una de las experiencias que más esperaba con ilusión en Marrakech.

Claro, admirar monumentos impresionantes y descubrir la historia de un destino es importante.

Pero lo que realmente me gusta es sumergirme en la cultura y las tradiciones locales.

El arte del henna, que para algunos puede parecer algo trivial, en realidad es una tradición milenaria.

Usado desde hace siglos en celebraciones religiosas, bodas o nacimientos, el henna simboliza la alegría, la protección y la bendición.

Esta pasta natural, hecha de las hojas secas de la planta, se aplica sobre la piel en forma de delicados y efímeros diseños, a menudo florales o geométricos.

Hacerse un tatuaje de henna en Marrakech es mucho más que una simple experiencia estética: es un verdadero ritual de belleza y transmisión.

También es un momento especial para compartir con las artesanas, guardianas de este ancestral saber.

Y si viajas frecuentemente, sabes lo fácil que es conocer hombres, pero a veces más difícil hacer amistad con mujeres locales.

Para una experiencia auténtica y henna orgánico a un precio accesible, te recomiendo:

📌 HENNA LOUAYA, Riad Louaya, 24 Derb Halfaoui

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10. Comer (mucho)

Es imposible responder a la pregunta ¿qué ver en Marrakech? sin mencionar la actividad perfecta para sumergirse en la cultura: probar la gastronomía local.

Aquí tienes dos opciones: participar en clases de cocina para aprender más sobre los ingredientes y las tradiciones transmitidas de generación en generación, o probar la mayor cantidad posible de puestos callejeros y restaurantes para tener una visión amplia de la gastronomía marroquí.

¡Personalmente opté por la segunda opción!

La cocina marroquí es un verdadero viaje sensorial.

Se distingue por sus especias perfectamente dosificadas, sus cocciones lentas y sus combinaciones agridulces.

Probar la comida marroquí también es descubrir la importancia de la hospitalidad, a menudo en torno a un té de menta servido con ceremonia.

MIS PLATOS FAVORITOS

  • el tajín de pollo con limón confitado;
  • el tajín de ciruelas;
  • el cuscús vegetariano;
  • el cuscús con cordero;
  • la pastilla de pollo;
  • las brochetas de kefta;
  • los msemmens, incluidos los rellenos;
  • las harshas.
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Restaurantes en Marrakech

Si buscas restaurantes en Marrakech, ¡no te decepcionarás! ¡Hay por todas partes!

Te aconsejo evitar las grandes cadenas y los lugares turísticos para apoyar a los pequeños restauradores y a las mujeres cocineras que transmiten su saber hacer con pasión.

No dudes en probar la comida callejera si ves una larga fila de marroquíes, por ejemplo.

Mientras tanto, aquí tienes una pequeña lista de mis lugares favoritos:

  • Zaman Food para el tajín de pollo;
  • Café chez Zaza para el cuscús vegetariano;
  • Restaurant Toubkal para la carne con ciruelas en la plaza Jemaa el-Fna;
  • Bahia Restaurant Traditionnel para la pastilla de pollo;
  • Snack Adam para todos sus platos a precios muy accesibles.

RESTAURANTES EN LAS AZOTAS

Durante el día, dada la temperatura, no es la mejor opción, pero cuando empieza a ponerse el sol, te recomiendo cenar en uno de los muchos restaurantes instalados en las azoteas de la ciudad.

Disfruta de platos deliciosos mientras admiras los tejados de la ciudad sumergiéndose en la penumbra.

Aquí el tiempo se ralentiza, la temperatura baja y la llamada a la oración interrumpe tu comida para una pausa suspendida.

Algunos talleres de cocina

¿Cuántos días quedarse en Marrakech?

Para disfrutar plenamente de Marrakech sin prisas, lo ideal es pasar entre 4 y 5 días.

Tendrás tiempo suficiente para visitar los lugares imprescindibles, saborear la gastronomía local y disfrutar del ambiente.

Sin embargo, si dispones de poco tiempo para dedicar a la ciudad roja, 3 días pueden ser suficientes para una visita rápida.

Si puedes permitirte pasar una semana, es perfecto, ya que también podrás añadir una excursión al Atlas o al desierto, por ejemplo.

Quizás ya sepas que soy partidaria del slow tourism, así que, para no solo visitar la ciudad sino también entender un poco mejor sus tradiciones, cultura, retos sociales y ambientales, y para pasar tiempo con los marroquíes, te recomiendo quedarte entre 1 y 2 semanas.

Si tienes la suerte de poder trabajar en línea o simplemente viajar sin fecha límite, ¿por qué no pasar varios meses y usar la ciudad como base para explorar la región?

¿Cuál es el mejor momento para visitar Marrakech?

En los últimos años, Marrakech ha atraído a una multitud de turistas y la temporada alta se ha intensificado.

Por eso, si quieres descubrir la ciudad sin hordas de viajeros, es mejor optar por las temporadas intermedias.

Sin embargo, tendrás que enfrentarte a los extremos climáticos: inviernos bastante frescos, especialmente por la noche, y veranos con temperaturas que superan los 40 ºC.

En términos climáticos, el mejor momento para visitar Marrakech es entre marzo y mayo, y entre septiembre y noviembre.

Estos períodos ofrecen temperaturas suaves, ideales para explorar las callejuelas de la medina, aunque las calles no están vacías.

¿Cómo moverse por Marrakech?

Si estás acostumbrado a las calles europeas, seguramente necesitarás un tiempo para adaptarte a cómo se circula en Marrakech. Para los demás, no debería ser tan difícil.

La medina de Marrakech se recorre a pie.

Calles estrechas, motos que pasan a toda velocidad, carretas que aparecen de repente, burros y mulas que surgen de la nada, vendedores que se acercan demasiado, locales que caminan con paso firme, turistas que avanzan demasiado lento.

Mi consejo: presta atención a tu entorno lo antes posible y adáptate a todo esto.

Si decides salir de la ciudad, puedes tomar el autobús, una opción local y muy económica.

También puedes optar por los famosos taxis pequeños (de color beige) para compartir con otras personas. Los precios son accesibles, pero debes negociarlos al inicio del viaje.

No recomiendo alquilar un coche para moverte dentro de Marrakech.

De hecho, si no estás acostumbrado a conducir en un tráfico intenso donde la señalización a veces deja que desear, puede ser bastante estresante.

¿Dónde alojarse en Marrakech?

¡Mi respuesta no puede ser más clara: la medina!

Si es tu primera estancia o solo tienes unos pocos días en la ciudad, te recomiendo alojarte en la medina para una inmersión total en la vibrante vida local.

Además, todas las atracciones turísticas principales estarán a solo unos minutos, así como restaurantes, bares, tiendas y zocos.

También descubrirás riads absolutamente impresionantes, donde podrás disfrutar de la belleza de la arquitectura y la decoración local.

Sin embargo, la medina sigue siendo una zona ruidosa, incluso por la noche, cuando las voces de los transeúntes resuenan en la oscuridad.

Así que, si eres muy sensible al ruido, quizás quieras considerar otras opciones.

L’Hivernage o Guéliz son barrios más modernos, con mayor comodidad. Aquí puedes alojarte en hoteles internacionales, por ejemplo.

Es una buena opción si buscas algo de tranquilidad después de tus días de exploración.

Fuera del centro, especialmente en la carretera de Ourika o en la zona de la Palmeraie, encontrarás hermosos hoteles o casas de huéspedes rodeados de naturaleza.

Sin embargo, estas zonas son más recomendables para quienes buscan desacelerar que para los viajeros que quieren descubrir la ciudad.

Recordatorio amigable: para un turismo responsable, elige alojamientos gestionados por locales con un enfoque ético.

¿Cómo vestirse en Marrakech?

Los marroquíes que he conocido en Marrakech me han dicho que, como turista, puedes vestir como quieras.

Están acostumbrados, en una ciudad donde tantos extranjeros caminan por las calles, a ver todo tipo de estilos y que nadie se escandalice por un escote o un short demasiado corto.

Sin embargo, creo que, como viajeros, siempre estamos en la posición de invitados en los países que visitamos.

Para mí, es fundamental respetar las costumbres locales, y eso necesariamente pasa por nuestra forma de vestir.

¿Qué recomiendo?

Prendas que cubran los hombros (camisetas holgadas, blusas, camisas)

Pantalones sueltos

Faldas o vestidos largos

¿Qué evitar?

Escotes pronunciados

Minishorts, minifaldas, vestidos muy cortos

Ropa ajustada o transparente

¿Qué recomiendo?

Camisetas o camisas de manga corta

Pantalones o bermudas que lleguen al menos hasta la rodilla

¿Qué evitar?

Camisetas de tirantes muy escotadas

Shorts demasiado cortos

Si necesitas inspiración, recuerda que Pinterest está lleno de pines con conjuntos cómodos y estilosos para tus vacaciones en Marruecos.

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¿Qué comprar en Marrakech?

Por supuesto, vas a querer llevarte un recuerdo de tu estancia en esta maravillosa ciudad!

Pero en un mundo que lucha contra problemas medioambientales, entre otros, ¡piensa en comprar recuerdos que realmente sean útiles!

¡Adiós a los imanes que se quedan en el frigorífico o a los dedales que acumulan polvo en casa de tu abuela!

💡 Idea 1: textiles hechos a mano

Marrakech está llena de tejidos preciosos: mantas de sabra (seda vegetal), foutas, toallas bordadas, alfombras bereberes con motivos simbólicos.

Elige cooperativas o talleres donde puedas ver a los artesanos trabajando. ¡Al comprar una alfombra, estás apoyando toda una cultura!

💡 Idea 2: objetos cotidianos de cobre o cerámica

Teteras, bandejas martilladas, tajines de barro, vasos de té de colores…

Estos objetos son típicamente marroquíes y, además, ¡puedes usarlos en tu día a día!

Una vez más, lo mejor es optar por los artesanos del zoco de los caldereros o por pequeños talleres de alfareros para evitar los productos industriales importados.

💡 Idea 3: productos de belleza naturales

Marruecos es el país del aceite de argán, el agua de azahar, el rhassoul (arcilla volcánica), el jabón negro o la piedra de alumbre: verdaderos tesoros para la piel.

Evita los productos a granel que se venden en los zocos, ya que suelen estar diluidos o ser de mala calidad, y apuesta mejor por las cooperativas femeninas, a menudo situadas en zonas rurales, para hacer una compra ética.

💡 Idea 4: especias y té

Comino, azafrán, ras el hanout, pimentón… Las especias no son solo un recuerdo gastronómico, ¡son una invitación a prolongar el viaje desde casa!

Pero cuidado: en los zocos, no todo lo que brilla es ecológico… ni siquiera marroquí. Evita los paquetes ya preparados, sin etiqueta ni origen.

Es mejor comprar especias a granel en una cooperativa o en un mercado local fuera de las zonas turísticas.

¡Lo mismo se aplica al té con menta!

¿Qué excursiones elegir desde Marrakech?

Un artículo sobre ¿Qué ver en Marrakech? no estaría completo sin mencionar las numerosas excursiones de 1 o 2 días que te permitirán descubrir otra cara de Marruecos.

Aquí tienes algunas ideas para una escapada inolvidable:

Idea 1. El Valle de Ourika – 1 día

Un valle verde enclavado en las estribaciones del Atlas, donde se esconden pueblos bereberes, cultivos en terrazas y las cascadas de Setti-Fatma.
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Idea 2. Las cascadas de Ouzoud – 1 o 2 días

Las cascadas de Ouzoud, las más altas de Marruecos, caen en un entorno exuberante. Es la excursión perfecta para una pausa refrescante si te gustan las caminatas.
👉 ¡Reserva en un clic!

Idea 3. Ouarzazate y la kasbah de Aït Ben Haddou – 2 a 3 días

Atravesando el puerto de montaña Tizi n’Tichka, descubrirás paisajes impresionantes hasta llegar a Ouarzazate, la puerta del desierto. En el camino, la majestuosa kasbah de Aït Ben Haddou, escenario de muchas películas, te dejará sin palabras.
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ait ben haddoud

Excursiones al desierto desde Marrakech

La mayoría de los turistas que visitan Marrakech también aprovechan para descubrir el desierto.

Personalmente, no recomiendo hacer una excursión rápida. Es una experiencia mágica que merece vivirse despacio, saboreando cada segundo. Lo ideal es dedicarle al menos 3 días.

Sin embargo, si por alguna razón eso no es posible para ti, aquí tienes 3 excursiones para descubrir el desierto marroquí en modo exprés:

Excursión 1: El desierto de Agafay – 1 a 2 días

A solo 45 minutos de Marrakech, el desierto de Agafay ofrece una alternativa cercana al Sahara. Puedes pasar una noche mágica en un bivouac, bajo las estrellas, sin hacer demasiados kilómetros.
👉 ¡Reserva tu escapada!

Excursión 2: Merzouga y el Erg Chebbi – mínimo 3 a 4 días ida y vuelta

A más de 9 horas por carretera, Merzouga es la puerta de entrada al Erg Chebbi, un desierto de dunas doradas que te dejarán sin aliento. Es el lugar más emblemático para pasar una noche en el desierto.
👉 ¡Reserva ahora!

Excursión 3: M’Hamid y el Erg Chigaga – mínimo 4 a 5 días ida y vuelta

Menos turístico que Merzouga, el Erg Chigaga es más salvaje y de acceso más difícil. Pero es la experiencia sahariana en su máxima expresión: dunas inmensas, silencio total, cielos estrellados…

👉 Me alojé varios días en el campamento de Brahim y te lo recomiendo si quieres explorar el Erg Chigaga desde M’Hamid. Puedes contactarlo por WhatsApp: +212678300287

desert mhamid

¿Es peligroso visitar Marrakech?

Personalmente, no tuve casi ningún problema durante mis 7 días en Marrakech.

Si eres una mujer que viaja sola, es posible que algunos hombres te hablen o te coqueteen, pero en la mayoría de los casos, si sigues tu camino sin responder, no pasa nada.

Por supuesto, puede haber excepciones.

A mí, por ejemplo, me siguieron tres veces. En ese tipo de situaciones, te aconsejo entrar en una tienda y quedarte allí unos minutos, el tiempo suficiente para que la persona se aleje.

Generalmente, eso basta para que dejen de seguirte.

En lo personal, prefiero confrontar directamente a la persona, y nunca me he encontrado con una respuesta agresiva.

Dicho esto, recuerda que la gran mayoría de los marroquíes es muy amable y solo te hablarán para charlar, sin ninguna mala intención.

Desde mi experiencia, Marrakech es una ciudad segura para los viajeros, pero como en cualquier gran ciudad turística, hay carteristas, especialmente en las zonas más concurridas.

Por eso, es recomendable mantener tus objetos de valor a buen recaudo y evitar mostrar joyas o teléfonos caros.

En los zocos, asegúrate de que los productos que compras sean de buena calidad, que no sean falsificaciones y que pagues un precio justo.

Para eso, nada mejor que pedir consejo a los locales.

¿Cómo viajar de manera responsable?

Viajar a Marrakech de forma responsable significa descubrir la ciudad respetando su ecosistema, su población y su cultura.

En un destino tan popular, el impacto del turismo puede ser significativo:

  • en el planeta, por los desplazamientos, los residuos o el consumo excesivo de recursos;
  • sobre los animales, a menudo utilizados con fines de entretenimiento en detrimento de su bienestar;
  • sobre los habitantes, debido a una gentrificación acelerada que hace subir los precios y expulsa a los locales de los barrios históricos.

Aquí tienes algunas acciones sencillas que puedes aplicar para adoptar un turismo consciente, apoyar la economía local y ayudar a preservar el patrimonio:

  • Dormir en un riad gestionado por locales en lugar de un hotel de cadena internacional.
  • Rechazar las actividades con animales (monos encadenados, serpientes drogadas, etc.).
  • Priorizar los restaurantes de cocina local y evitar los fast food o establecimientos extranjeros.
  • Comprar recuerdos directamente a los artesanos, sin regatear de forma abusiva.
  • Utilizar medios de transporte suaves: caminar, ir en bicicleta o usar pequeños taxis en lugar de alquilar un coche.
  • Llevar una botella reutilizable para reducir el uso de botellas de plástico.
  • Respetar las costumbres vestimentarias llevando ropa que cubra el cuerpo.
  • Informarse sobre iniciativas locales sostenibles (talleres artesanales, cooperativas de mujeres, etc.) para apoyar proyectos con impacto.
  • Reducir los residuos evitando bolsas de plástico y envases innecesarios en los zocos.
  • Aprender sobre la historia y cultura de la ciudad para comprender mejor y respetar lo que nos rodea.

¿Ganas de descubrir el resto de Marruecos?

Marruecos es un destino fantástico. ¡Hay tanto por descubrir, desde la capital hasta los pueblos más remotos!

Puedes prolongar tu estancia en muchos lugares diferentes, sin aburrirte nunca.

Solo conozco una pequeña parte del país, pero aquí tienes algunos destinos que te recomiendo:

Desde mis primeros momentos en Marrakech, entendí que esta ciudad se posicionaría directamente entre mis favoritas.

Muy pronto, me sentí parte de ese caos organizado donde los aromas se mezclan con el constante bullicio, y donde los habitantes se sonríen en los entrelazos de los callejones más silenciosos.

Espero que este artículo sobre ¿Qué ver en Marrakech? te sea útil para organizar tu viaje.

Si es así, ¡es momento de compartirlo en Pinterest! 🙂

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